Otra de las dudas de los primeros días en el gimnasio. ¿Entrar o no
entrar a las clases colectivas? Esa es la cuestión. Aquí debemos
hacernos algunas preguntas, como qué nivel de condición física tenemos y
qué tipo de clase colectiva vamos a hacer.
Si nuestra condición física es nula, es decir, partimos desde cero, mejor no meternos en clases como spinning, body pump o TRX, porque por muy liviana que hagamos la actividad, supondrá un gran esfuerzo para nuestro nivel.
Lo ideal es mejorar poco a poco nuestra forma física con actividades más livianas, como las máquinas cardiovasculares de la sala o las máquinas de pesas y después meternos en clases más intensas.
Si nuestra condición física es aceptable, os recomiendo sin duda
cualquier clase colectiva, ya que es una forma perfecta de compaginar
esfuerzo físico con diversión y motivación. Además de conocer gente en el gimnasio, que siempre viene bien en los primeros días.
Si las clases colectivas implican coordinación, como el aeróbic, step o
ritmos latinos, ahí tendremos que valorar si podremos seguir el ritmo o
nuestra coordinación no va a dar mucho de sí. De todas formas puedes
preguntar al monitor para saber qué nivel tienen las clases, porque en
ocasiones si empiezan desde cero va a venir perfecto para aquellos que
lleváis pocos días en el gimnasio.
En definitiva, dependiendo de nuestra condición física y el nivel de
exigencia de las clases, debemos valorar si entrar o no a las clases
colectivas. En muchos casos, preguntar el monitor nos puede sacar de
dudas.