Te aplicas crema solar a diario, pero, a veces, confiar exclusivamente en una crema solar puede ser insuficiente. Y es que puede haber errores de aplicación, se produce desgaste con los chapuzones, el roce de la toalla o el sudor. Por eso, no está de más contar con apoyo extra cuando nos exponemos a los efectos de los rayos del astro rey.
* Ropa. Una camiseta blanca de algodón ofrece un índice de protección 6, que sube hasta 10 si es de un color oscuro. Sin embargo, si se moja se desciende hasta un 3. El tejido que más protege es nada menos que la tela vaquera, aunque, claro que puede resultar algo calurosa en pleno verano…
* Sombreros. Son el complemento de moda en verano y, además, te protege del sol. Cuanto más denso sea el material del que están hechos, más protección ofrecen. Y lógicamente, cuanto más grande sea el ala, mejor que mejor. Lo importante es que la sombra cubra el mayor espacio posible, haciendo especial hincapié en orejas, nariz y hombros.
* Gafas de sol. Es imprescindible que las lentes sean de calidad, como asegura el hecho de que lleven la certificación CE. Nada de imitaciones de mercadillo y demás: la salud visual está ante todo.
Y además...¡sombra! Mucho cuidado con exponerse a pleno sol, especialmente en superficies que reflejan los rayos, como la arena blanca o el agua muy transparente. Es mucho más sensato optar por un bronceado gradual a la sombra.