
- Un sueño poco reparador se traduce en un rostro hinchado, especialmente en el área del contorno de los ojos. La razón es la acumulación de líquidos en el tejido, que se combate realizando un pequeño y suave micromasaje que ha de ser siempre muy delicado y con movimientos de dentro hacia fuera, para estimular el drenaje linfático. No basta con pararse en la cara, ya que hay que seguir por el cuello y la clavícula.
- Los coloretes en crema aportan una luz muy radiante y suave, siempre y cuando sean en tonos coral o rosa, evitando los berenjenas o los terracota. Es preferible evitar las bases muy mates, o el exceso de polvos traslúcidos, que pueden acentuar el aspecto apagado.
- Para disimular las ojeras, nada como el corrector, que debe extenderse tras un poco de crema para el contorno (ayuda a que el producto se funda con la piel y se deslice mejor), cubriendo sobre todo el área del lagrimal, la más oscura del rostro. Para completar el efecto, se cubre el párpado con sombra beige claro y se rizan las pestañas.
- ¿Un truco adicional? Dibujar la cara interior de los párpados con un delineador para ojos de color blanco, que disimula el enrojecimiento. Finalmente, unas gotas de colirio (en las farmacias hay excelentes productos en monodosis en las farmacias) contribuyen a una mirada más descansada.
- La ropa puede ser excelente aliada. Para aliviar la palidez, nada de colores oscuros. Al contrario: llevar algo que aporte tono y luminosidad en torno al rostro lo anima de inmediato. Un jersey de cuello alto, un pañuelo, un chal… todo vale si sienta bien.