
· ¡Me arden! Debes disfrutar de un pediluvio que alivie la congestión y refresque los pies, aplicando después una crema con algún agente refrescante como el mentol.
· ¡Qué sequedad! Debes ser constante en tres pasos diarios: limar, exfoliar e hidratar. Usa una lima específica para las zonas más gruesas, una exfoliante para todo el conjunto del pie y una crema que, a ser posible, debes aplicar tanto por la mañana como por la noche.
· ¿Y las durezas? No intentes eliminarlas de la noche a la mañana. Es conveniente acudir a un podólogo que elimine la piel muerta sin dañar el tejido sano. Posteriormente, es importante mantener un cuidado continuo de estas zonas hiperqueratósicas para evitar que se vuelvan a formar.
· Muy hinchados. Sumérgelos en un baño de agua fría con sal o, aún mejor, alterna baños de agua fría y caliente para reactivar la circulación. Extiende un producto refrescante y pon los pies en alto (a una altura superior a la del corazón) para mejorar el riego sanguíneo.