Teñir el pelo es una tendencia de moda que ha existido por décadas. Antes, la tintura de pelo se utilizaba sólo con el fin de cubrir las canas y existían esos enjuagues azules que oscurecían las canas incipientes.
Hay mujeres que prefieren llevar pelucas para variar su color de pelo, aunque hoy en día, hay varias fórmulas para todo tipo de pelo, que son posibles de aplicar en peluquerías y en la misma casa. Sin embargo, el pelo tiene que estar preparado antes de empezar a usar el tinte, de modo que puedan obtener el máximo beneficio de la tintura y obtengan un cabello brillante.
Para preparar el pelo, deben seguir los siguientes pasos:
Corte: Antes de teñir el pelo, recorten las puntas con un profesional, de modo que no estén las puntas abiertas. En el caso del pelo claro que se quiere oscurecer, los extremos pueden acabar de un tono distinto al resto, por lo que es recomendable recortar también. Además, la tintura se verá mejor si tienen el pelo en buena forma.
Condición del pelo: Antes de colorear el pelo, hay que tenerlo en óptimas condiciones, y para ello, lo mejor es aplicar tratamientos de aceite caliente una semana antes de colorearlo. Esto es especialmente crítico cuando se trata de aclarar el cabello o derechamente, decolorarlo, ya que de hacerlo, y tener el pelo reseco, corren el riesgo de romperlo.
Lavado: Un día antes de teñir el pelo, hay que lavarlo para eliminar la suciedad y la acumulación de aceite que se queda en las raíces del pelo. El pelo aceitoso, contrario a la creencia popular, repele el color.
Instrucciones: Asegúrense de leer bien las instrucciones del paquete de color de pelo, si es que lo van a aplicar en casa, porque podrían necesitar más de un paquete en caso de tenerlo extra largo. Elijan el color de pelo que vaya acorde con su estilo de vida y su color de piel. Pueden buscar asesoramiento en algún estilista del ambiente y también mirando muestras de pelo en los catálogos.
Prueba: Antes de colorear el pelo entero, hagan una prueba en un mechón, y sólo después tiñan todo. Es más fácil corregir un color en una mecha, que arriesgarse a dañar toda la cabellera por un mal teñido.