Las tiendas de segunda mano que ofrecen ropas y accesorios usados, con
tendencia vintage, son una buena opción para quien busca look
originales, llenos de estilo y a buen precio. Hay muchas tiendas que se
han especializado, en los último tiempos, a este tipo de moda y no
pienses dos veces antes de aprovechar sus oportunidades.
Pero, pese a las ventajas de comprar ropas de segunda mano y componer un
look exclusivo y solo tuyo, es necesario estar atenta a algunos
detalles, para no encontrar defectos y problemas con la prenda al llegar
en casa. Acuérdate que en la mayoría de estas tiendas no se pueden
cambiar las prendas. Conozca, los mejores consejos para comprar ropa de segunda mano:
Lo primero que debes observar en la prenda es si su tejido esta firme en
toda su extensión; si notas que hay zonas que hay mucho desgaste, esté
segura que después de dos lavados,
este tejido rasgará. Mejor no llevarlo para casa. Si encuentras hilos
sueltos y cosidos flojos, seguramente pasará lo mismo. Prefiera prendas
con el tejido bien cuidado y con costuras perfectas.
Cuidado también con la coloración de las prendas, ropas de color oscuro
tienden a desteñir por naturaleza. Así que, cuidado con las prendas de
este color. Una buen truco es mirar la etiqueta, cuando la etiqueta
presenta manchas es señal que la prenda fue lavada y se destiñe con
facilidad.
Una de las grandes ventajas que buscamos en este tipo de tiendas
es la exclusividad y el estilo único, pero cuidado al intentar componer
un visual tan especial y parecer parte integrante de un museo. Lo ideal
es combinar prendas y accesorios vintage, antiguos y de segunda mano,
con prendas y accesorios actuales. Así conseguirás composiciones con
estilo y dentro de las tendencias. Evita montar looks enteros con ropas
retro.
Prueba la prenda que pretendes comprar en el probador y asegúrate que es lo que buscas. Como ya comenté antes, difícilmente podrás cambiar la prenda.
Al llegar en casa, antes de usar tu prenda, lávala para eliminar el
polvo y olor de guardado. Si prefieres, puedes enviar a una lavandería
para evitar estropear la prenda.