En los meses de calor, no nos cansamos de repetirte la importancia de
mimar tus piernas. Pero eso no quiere decir que en los meses de frío,
cuando están a buen resguardo bajo las medias, los pantalones y las
botas altas, les restes atenciones.
¿Se descama la piel?
Por
ejemplo, es durante el invierno cuando la piel de tus piernas se descama
con mayor facilidad. Por ello, es fundamental mantenerlas hidratadas,
usando productos que contengan activos suavizantes, como puede ser el
extracto de aloe vera. Además, las prendas que usamos también influyen: a
unas piernas de piel sensible no les vienen bien los tejidos de lana y
acrílicos, que favorecen esa descamación. Apuesta, siempre que puedas,
por calcetines de algodón o lino.
Ojo con los baños calientes
Por
otro lado, no debes abusar del agua muy caliente al bañarte o ducharte.
A pesar de que la sensación de frío anima a tomarse un largo baño
caliente, lo cierto es que las altas temperaturas pueden contribuir a
resecar aún más la piel.
'Aprisionadas'
Además, durante el otoño y el invierno las botas y los zapatos cerrados son los grandes protagonistas de nuestro guardarropa
y suelen tener más tacón que los cómodos mocasines o sandalias del
verano. Las botas, además, 'aprisionan' durante largas horas nuestras
piernas y pies. Por eso, conviene, al llegar a casa, quitárselas para
dar un descanso a los pies, caminando incluso con unos calcetines
gruesos durante un periodo de tiempo.