¿Eres de los que piensa que Pilates son sólo estiramientos o que es una
clase de relajación? Nada más lejos de la realidad. La verdad es que las
clases de Pilates, cuando las realizas de forma correcta, son duras y
muy exigentes, hasta para aquellos que están más en forma.
Joseph H. Pilates, el creador del método que lleva su nombre, ideó un método de trabajo
que sigue seis principios básicos aplicables a todas las discilplinas
deportivas. Sí, también a la musculación. Os presento los beneficios que
podéis obtener si aplicáis los principios de Pilates a vuestros
entrenamientos con las pesas.
Concentración durante la ejecución
Mientras entrenas, ¿piensas en los músculos que estás trabajando o te distraes con el vuelo de una mosca? Al ejecutar ejercicios
de Pilates, al igual que al levantar una mancuerna o tirar de un jalón,
debemos ser conscientes en todo momento de las partes de nuestro cuerpo
que queremos ejercitar. De esta manera activaremos las uniones o sinapsis neuromusculares, que nos ayudarán a trabajar de manera más efectiva.
Control corporal
Alguien dijo que la potencia sin control no sirve para nada… Pues estaba
en lo cierto: el control corporal es la base de toda disciplina
deportiva. Si levantáis hierros ya sabréis que la realizar la fase
negativa de las repeticiones de una manera lenta y controlada es una de
las mejores formas que existen para estimular el crecimiento muscular.
En Pilates la atención se centra en esta fase negativa, logrando un
ejercicio de alta intensidad.
Activación del core o centro
El core o centro del cuerpo, conocido en Pilates como Powerhouse, es el
núcleo del que proceden todas las fuerzas del cuerpo que se
transformarán en movimientos al ser transmitidas a las extremidades.
¿Vas a hacer una dominada? Contrae los abdominales, activa tu
transverso, estabiliza tu cuerpo y tendrás mucho ganado.
Fluidez durante el ejercicio
Seguro que muchos de vosotros realizáis ejercicios funcionales: una cadena de movimientos formada por otros más simples como, por ejemplo, un burpee (flexión de pecho y salto vertical). Una ejecución fluida es aquella en la que no vemos parones entre los distintos ejercicios que forman la secuencia: esto lo lograremos cuando tengamos una buena técnica en cada uno de los movimientos aislados.
Precisión técnica
Una técnica correcta al realizar un ejercicio es incluso más importante que el peso que levantes en el mismo, pues nos ayuda a prevenir lesiones, aislar los músculos que queremos trabajar y economizar nuestro esfuerzo. Sin una buena técnica, por ejemplo,
en el jalón tras nuca, podemos estar involucrando al hombro en lugar de
al trapecio y al dorsal. Conocer la técnica y aplicarla es básico en
cualquier disciplina para conseguir los resultados que esperamos.
Respiración controlada
El principio más importante de Pilates y el que lo distingue de otras
disciplinas. En Pilates la respiración es intercostal y diafragmática, y
cada ejercicio tiene establecido un patrón de respiración que favorece
los movimientos que se van a realizar. Generalmente se espira o suelta
el aire durante el mayor esfuerzo, igual que en la sala de pesas: ¿por
qué algunos resoplan o “bufan” un poquito al levantar tremendos pesos
en las sentadillas? ¡Porque están expulsando el aire! Si queréis nuevos
retos probad a cambiar el ritmo de respiración e intentad inspirar por
la nariz durante el esfuerzo.
Seguro que algunas de estas cosas ya las practicabais, aún antes de
saber que pertenecen a los principios de Pilates. A lo mejor el Pilates y
las pesas no están tan alejados el uno del otro…