Con la llegada del invierno, seguro que notas que la piel de tus manos se resiente del frío imperante. De hecho, debemos pensar que son igual que el resto del cuerpo y que, si tratamos la piel que no está expuesta, más debemos hacerlo con la de las manos, que están constantemente al alcance de las agresiones del clima.Además, debemos tener en cuenta que nuestras manos no tienen glándulas sebáceas en el dorso, con lo que es mucho más fácil que se resequen de manera extrema al padecer el frío riguroso del invierno.
Por esta razón es recomendable que empecemos por usar al menos por la mañana y por la noche una crema hidratante y nutritiva de buena formulación. La aplicaremos, además, a conciencia, con suaves masajes sobre la piel que nos aseguren que penetra bien incluso en los dedos.
Otra buena opción, y completamente natural, para mantener nuestras manos sanas y perfectamente hidratadas a pesar del frío de la temporada de invierno es que les hagamos baños sumergiéndolas por un espacio de entre 3 y 5 minutos en un recipiente con aceite templado de oliva o de almendras.
Por supuesto, sobra decir que los guantes deben ser indispensables en nuestro día a día, en pleno invierno, especialmente cada vez que estemos al aire libre y las temperaturas sean bajas.
Por último, es importante que también tengamos en cuenta la circulación sanguínea de las manos para que se sigan manteniendo bien, pese a estar en invierno. Lo conseguiremos fácilmente haciendo un ejercicio tan básico como cerrar y abrir los puños varias veces seguidas.
