Olvídate de las dietas milagro. La clave para decir adiós a los kilos de más pasa por la práctica de ejercicio y unas sencillas pautas de alimentación. ¡Toma nota!
Que no cunda el pánico. No es el momento de hacer dietas estrictas y, además, no hay ninguna universal que valga para todo el mundo. Lo más importante para mantener un peso adecuado es adquirir hábitos saludables y controlar tu alimentación con sencillos trucos.
Hay que desayunar siempre, comer cada tres horas para mantener estable el azúcar y, sobre todo, controlar las cantidades y abstenerse de tomar carbohidratos en las cenas. Además, si lo que quieres es quemar la grasa localizada (como en el abdomen) lo mejor es aumentar el consumo calórico practicando ejercicio. Esto no supone apuntarse al gym y convertirse en la reina de la clase colectiva. Basta con caminar 45 minutos tres días en semana a paso ligero. Además, desarrollarás músculo que te ayudará a quemar grasas incluso cuando estés en reposo.
Y para las que quieren acabar con el michelín, aviso para navegantes: no vale con matarse a hacer abdominales, porque la grasa sólo se quema con ejercicio cardiovascular, como correr, andar en bici, etc. Las reglas básicas de una alimentación 10: los desayunos han de ser contundentes, las cenas, ligeras, y hay que procurar hacer cinco comidas al día. Si pasas mucho tiempo sin comer, el cuerpo entra en situación de emergencia, y ralentizas el adelgazamiento. Y lo más importante: no te agobies. De la misma forma que se engorda poco a poco, se adelgaza también de forma gradual.
No te prohibas nada: sólo sé consciente de que si tomas más de una cosa, tendrás que tomar medidas para contrarrestarlo, pero sin obsesionarte. Ahora llega el buen tiempo y es más sencillo seguir una dieta ligera. Verás como, con calma, esos kilos desaparecen.
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