Sabemos que la alimentación que llevamos es determinante del posible aumento de peso de nuestro cuerpo, así como otros factores que influyen produciendo un balance energético positivo y poco a poco, el sobrepeso u obesidad. Sin embargo, los resultados de un reciente estudio realizado en la Universidad de Harvard nos muestran que sin duda algunos alimentos influyen más que otros y por eso, te contamos cuáles son los alimentos que más engordan.
Durante 20 años se siguieron los hábitos de más de 120.000 personas y se vinculó la ingesta de algunos alimentos al aumento de peso durante ese tiempo. Los resultados muestran que los alimentos que más engordan son las patatas fritas, los refrescos azucarados, las carnes rojas y en último lugar los cereales refinados.
Las patatas fritas al deshidratarse y absorber grasa concentran muchas calorías derivadas en su mayoría de hidratos refinados y grasas que nos incitan a seguir comiendo. Además, algo similar sucede con los refrescos azucarados que despiertan nuestros deseos de seguir bebiendo pero no nos sacian.
Las personas evaluadas que habitualmente consumieron patatas fritas a razón de unas 15 unidades por día aumentaron cada 2 años 770 gramos, mientras que aquellos que consumieron golosinas y postres ricos en azúcar de manera habitual aumentaron en ese tiempo unos 190 gramos.
Es decir, las patatas fritas están en el primer puesto de los alimentos que más se asocian al aumento progresivo de peso, aunque como sabemos, hay muchos otros hábitos y alimentos que consumidos en grandes cantidades se asocian al sobrepeso, por ejemplo: dormir poco, no realizar actividad física, mirar muchas horas de televisión, entre otras.
En el extremo contrapuesto a las patatas fritas se encontró al yogur, que impide el aumento de peso y hasta se ha asociado a la pérdida del mismo si se consume de manera habitual.
Del estudio se desprende la conclusión a la cual siempre arribamos, para mantener el peso y/o reducirlo lo mejor es comer sano y equilibrado, reduciendo los alimentos ricos en grasas e hidratos refinados, incrementando los cereales integrales, las frutas, verduras y proteínas magras así como las grasas de buena calidad, sumado a una vida activa y quizá, un poco más descansada.