Las sombras en lápiz no pueden faltar en tu portacosméticos, porque te ayudan a lucir espléndida en cuestión de segundos. Basta aplicarlas, esfumar el trazo ¡y listo!
Erróneamente, no son pocas las mujeres que evitan usar este producto por creer que su textura pastosa se acumulará en los pliegues de los párpados. Pero felizmente los crayones grasos son cosa del pasado, y las sombras en lápiz actuales te ofrecen larga duración y un increíble efecto satinado.
Aplicarlas es muy sencillo, porque no necesitas ni pinceles ni esfuminos: simplemente aplicas el lápiz directamente sobre los párpados; puedes hacer trazos como si se tratara de un delineador, o simplemente pintar total o parcialmente tus ojos.
Para esparcirlas bien usa la yema de tus dedos, pero recuerda hacerlo apenas las aplicas, porque muchas de estas sombras quedan fijas en los párpados luego de algunos minutos. Puedes usarlas solas, o combinarlas con sombras de otras texturas.
Las sombras en lápiz se pueden combinar perfectamente con las que vienen en polvo: en este caso, recuerda aplicar primero el crayon, que además ayudará a que las otras sombras se fijen y duren mucho más.