
Paso a paso
Sitúa las yemas de los dedos justo sobre las cejas. Comenzando en el puente de la nariz y llevando los dedos hacia las sienes, realiza suaves presiones intermitentes, a modo de bombeo. Repite el mismo gesto en el párpado inferior, con las yemas situadas sobre el borde de la cuenca de los ojos. Repite el gesto tres veces.