Ha llegado el momento soñado, por fin te vas a vivir con tu pareja. Estás deseando pasar cada minuto del día con él, se acabó tener que andar con ropa de un lado para otro, podrás dormir abrazada cada noche... ¡despierta! Este gran paso también te puede traer quebraderos de cabeza. Tu sueño puede convertirse en pesadilla si antes no lo tienes todo bajo control.
Vivir juntos es un momento crucial en cualquier relación de pareja. Lleváis meses pensándolo y estás segura de que a partir de ahora vais a estar mucho más unidos. Pero una cosa es cierta, los chicos, por lo general, están muy mal acostumbrados, y corres el peligro de convertirte en su compañera de piso o lo que es peor, en su madre. No dejes que el amor te ciegue y ponle las pilas. Te damos unos consejos para vivir en pareja y que vuestra casa no sea una ruina.
La verdad por delante
Primero: hablad sobre qué esperáis cada uno de la convivencia. Deja todo claro y asegúrate de que este es un paso para construir un futuro juntos. ¿Sabes que lo vas a tener las 24 horas alrededor? Un consejo: agarra un papel y escribid unas cuantas peticiones de cada uno, así cuando haya quejas o tengáis que planear algo, estará todo por escrito. Podéis hacer esto con las normas de limpieza, turnos de cocina... suena adolescente, pero os evitará muchos problemas.
Tened claro cómo vais a pagar el alquiler, los gastos del piso, si vais a abrir una cuenta en el banco juntos... cuanto menos quede en el tintero mejor. Si no, tarde o temprano acabarás tirándole los platos a la cabeza.
Tu espacio, su espacio = nuestro espacio
Irse a vivir juntos supone renunciar a muchas cosas y ver cómo otras te invaden. Él se va a traer esa mascota a la que quiere tanto, y tú te empeñarás en comprar esa mesa tan horrible. Bienvenida al mundo de las concesiones.
El piso es de los dos, intentad dejar las manías en la puerta, o uno de los dos saldrá corriendo. Sé tolerante. Y si hay algo que no te guste, díselo, pero no le castigues con malas caras o discutiendo.
Mantén la calma
Si te pone nerviosa que tu pareja use tu pasta de dientes, que no tire de la cadena, o que cambie las cosas de sitio... tienes un problema. Si tu chico es un completo desastre, háblalo con él. Seguro que hay cosas que puedes pasar por alto, y por supuesto otras no. Y él hará lo mismo contigo.
Nuestro consejo: si sabes que tu chico tiene manías que te sacan de quicio, y planeas cambiarle cuando viváis juntos... mejor piénsatelo dos veces antes de dar este paso. Seamos realistas, él debe gustarte tal cual es, con sus cosas buenas y sus cosas malas.
Mantener las distancias
Pasar más tiempo en pareja es la razón de vivir juntos. Pero a veces hay "demasiada" intimidad y necesitarás espacio para ti misma. Sigue con tus hobbies, ve con tus amigos y sal de casa sin él. Al volver seguro que le quieres un poco más. Estar pegados como una lapa no es bueno. Dentro de casa, mejor que tengáis privacidad para poder llamar a una amiga o leer.
Irse a vivir juntos es un paso muy importante pero recuerda que debes seguir manteniendo tu propia intimidad. Lo mejor es que estés preparada, disfrutes y no tires la toalla pronto. Vivir con tu pareja también tiene sus cosas buenas, ¿no? Con paciencia y voluntad, todo se consigue.