
¿Cómo evitarlo? Una vez más, la exfoliación es tu mejor aliada. Hay que exfoliarlas frecuentemente y con cierta insistencia, y, además, hidratarlas a conciencia. Y un pequeño truco casero que también sirve para los codos: una o dos veces por semana, se puede pasar medio limón por la zona, lo que ayuda a aclararlas.