El cuidado de las cejas se ha convertido, como te hemos dicho en multitud de ocasiones, en un must de
belleza. Hay que mantener los pelitos a raya. Pinza en mano, no dudas
en eliminarlos siempre que puedes. Por eso, no está de más tener en
cuenta que hay un momento idóneo para decirles adiós: lo ideal es
hacerlo tras la ducha o el baño.
El motivo es que el vapor que produce el agua caliente abre los poros,
lo que facilita la extracción del vello y, sobre todo, la hace menos
dolorosa, lo que es de agradecer en una zona especialmente sensible.
Tip práctico: Si aún así te molesta el tironcito, pasa antes un hielo por la zona a depilar para anestesiarla ligeramente