El problema de la piel mixta –es decir, que combina áreas grasas y otras
más secas- es muy frecuente, así como la aparición de brillos. Y el
primer paso es, precisamente, clasificar nuestro tipo de piel,
observarla y, ver si coincide con estas características y tiene ambas
zonas.
¡Mímala!
En primer lugar, trata la piel mixta de forma
diferenciada, sin aplicar hidratante en las zonas grasas (frente, nariz y
barbilla). Si sufres de la aparición de puntos negros o impurezas en
esa “zona T”, puedes extender una crema con ácidos sólo en ella. Una vez
a la semana, no está de más usar un strip limpiador de puntos negros de
la nariz.
Productos específicos
Existen bases de maquillaje
específicas para este tipo de pieles, oil free o libres de aceites para
regular los brillos y evitar la aparición de impurezas. Y son muy
útiles las bases matificantes, pero cuando la zona T es muy grasa, a
veces no basta con esas fórmulas y se necesita disimular el exceso de
sebo de raíz con un pequeño extra, sólo sobre la zona con problemas.
Ten en cuenta, además, el ambiente que te rodea: el aumento de la temperatura
provoca un aumento de la secreción sebácea. Eso significa que la piel
produce más grasa natural, algo que suele suceder cuando llega el calor.
En ese caso, las pieles secas pueden pasarse a productos para cutis
mixtos, y las pieles mixtas, saltar a la cosmética para tez grasa.