Aunque el maquillaje sigue cada temporada las tendencias de moda que imperan debemos tener en cuenta que la pigmentación de nuestra piel marca el color que debemos usar a la hora de maquillarnos para que combine bien con nuestra dermis.
Las pieles claras tienen el problema de ser incluso demasiado traslúcidas, de tal modo que incluso se vean las venitas azules. También pueden aparecer zonas enrojecidas. Es importante que para evitar todo esto usemos bases de maquillaje en tonos beige, que se funden mejor y neutralizan el rojo.
En cuanto a los ojos, los colores más adecuados para las mujeres con piel clara son los tonos champán, y la gama de pasteles suaves. Hay que evitar por encima de todo el delineador negro porque endurece la mirada y los labios es recomendable que resalten el tono natural con un rosado neutro o un malva. Puedes redondear tu look con un colorete nacarado muy suave para tus mejillas, que le de luz.
Por su parte, la piel media permite jugar con más colores, siempre que se eviten los tonos apagados como los ocres. Es adecuado elegir una base de tono dorado, que no sea más claro que el original de la piel y culminarlo dándole tonos de rubor dorado y bronce en las mejillas. Para los ojos es perfecto pintarlos de color tierra o dorados, cobres y bronces, mezclados con marrones profundos. ¿Los labios? Con un toque de color les sobra, así que debemos optar por los tonos caramelo durante el día y coral por la noche.
Finalmente, las pieles morenas necesitan una base neutra en la gama de los beige y oro y unos ojos en tonos fuertes, como los verde esmeralda para la noche. La boca debe ser el punto de atención, y nada mejor para ello que recurrir a los labiales llamativos como el rojo intenso o los colores con brillos nacarados.
