
· Generosa. Al menos veinte minutos antes de la exposición solar, hace falta extender una capa bien generosa de protector sobre la piel. Sólo así se asegura su total eficacia.
· Exhaustiva. Cuidado con olvidarse siquiera de una sola esquinita del cuerpo: hay que extender el producto hasta bajo la ropa de baño, prestando especial atención a los pies (¡incluso entre los dedos!), las manos, los hombros, la nariz y las orejas.
· Repetitiva. Hace falta reaplicar producto tras cada chapuzón largo o cada dos horas para asegurarse una protección total durante toda la exposición.