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01 junio 2011

Parejas: ¿El fin de una relación?

¿Tiendes a finalizar rápidamente una relación de pareja? Tal vez acabas una relación por las razones equivocadas.

Anunciar que quieres dejar una relación solo porque hayas tenido un mal día o porque eres incapaz de resolver un problema, no es una razón de peso para una ruptura amorosa. Pregúntate a ti misma si eres de las que tira la toalla demasiado rápido o en cambio eres de las que saben salir a flote en los momentos difíciles.

A veces una relación de pareja tiene su final escrito, pero en otras ocasiones finaliza demasiado pronto, sin haberlo al menos intentado. El tener un día malo o un problema que se puede solucionar rápidamente, no tiene porque significar el final. ¿Te rindes fácilmente? Tras leer este artículo, tal vez la próxima vez reflexionarás más a la hora de decidir cuál es el siguiente paso en tu relación.

1. Habéis tenido una pelea

El binomio pelea y pareja es tan normal e ineludible como la asociación que existe entre Navidad y familia. Una discusión de pareja esporádica no es una razón de peso para acabar con la relación, sino una oportunidad para trabajar más en ella. Es la ocasión perfecta para poner fin a las diferencias y llevar la relación a un nivel superior. No te desmorones en silencio y cierres la puerta cuando no piensa igual que tú o te lleva la contraria. Utiliza la discusión como una excusa más para conocer a tu pareja.

2. A tu pareja no le gusta lo que a ti te gusta

A tu nueva pareja no le gusta ir el fin de semana a pasear, al cine o ir de compras. Tener diferentes intereses y preferencias no es un drama y menos aún un motivo para dejarlo. Si se mira desde otra perspectiva puede llegar a ser una ventaja. Mientras que tengáis suficientes valores en común y veáis el mundo desde el mismo prima, hay que seguir con la relación. No te frustres si tu pareja tiene gustos diferentes a los tuyos, pueden enriquecer la relación con nuevas ideas que no conocías.

3. Tu pareja encuentra atractivas a otras personas

Es normal que tu chico se sienta atraído por otras personas. En la vida diaria nos encontramos con personas atractivas en cualquier parte como en el trabajo, en el cine o en el gimnasio. No te preocupes por esto, debes confiar en que él te respeta y te quiere lo suficiente para no serte infiel.

4. No tenéis apenas tiempo para la relación

Estás muy ocupada en el trabajo y apenas tienes tiempo para dedicarle toda tu atención a tu chico. No te preocupes, lo único que debes hacer, es replantearte las prioridades nuevamente. Busca el equilibrio entre tu carrera profesional y tu relación de pareja. No conviertas tu trabajo en tu primera prioridad, debe haber también un espacio para los amigos y el amor. Haz lo que debas hacer: trabaja duro, pero no olvides que el amor es tan importante para tu equilibrio personal, como una fructífera carrera profesional.

5. Malas relaciones en el pasado

Si has tenido malas experiencias con tus anteriores parejas en el pasado no significa que la próxima relación vaya a ser igual. No te derrumbes, tienes que ser optimista. Aprende de tus experiencias anteriores y pon en práctica lo aprendido en la siguiente relación. Piensa que tu nuevo chico es totalmente diferente a tu anterior pareja. Cada relación es un mundo y la única oportunidad que tienes para encontrar el amor verdadero es intentándolo y arriesgándote en conocer a esa nueva persona que se ha presentado en tu vida.

6. Tu chico no siempre te sigue la corriente

Cuando tu chico no te da la razón no puede ser un motivo de ruptura. Tal vez no te guste que se vaya con sus amigos frecuentemente o que exprese su opinión libremente. Ten en cuenta que esto no supone ningún problema para tu chico, en cambio para ti sí se convierte en un problema. Tal vez crees que no te dedica el tiempo suficiente y que te ignora, pero debes entender que él también necesita su espacio y no estar constantemente contigo.

7. No hagas de todo un drama

No busques constantemente el drama en una relación para sentir más emoción y riesgo. Es demasiado fácil hacer de un grano de arena una montaña. Intenta valorar las características positivas de tu relación. No busques activamente la discusión; intenta reflexionar sobre lo sucedido y pensar coherentemente cuál es la solución al problema. Deja de buscar tres pies al gato e intenta ser más lógica y no exagerar tanto.

8. Tu relación no te hace siempre feliz

El amor es algo maravilloso, pero no siempre lo puedes sentir las 24 horas del día. Cuando las cosas tienden a ir mal en tu vida, la relación no es la solución a todos tus problemas o el refugio de cualquier mal. Tu chico puede ser un gran apoyo, pero no dejes recaer todo el peso sobre él, ya que tú eres la única responsable de tu propia vida y tus decisiones. Por lo tanto, es imposible sonreír y estar siempre de buen humor con tu pareja. Ambas partes debéis esforzaros cada día para resolver los conflictos e intentar ver el lado positivo. Antes de tomar la tajante decisión de romper, indaga realmente en la situación y averigua si realmente es un problema o es un pequeño bache que se puede superar con un diálogo.