¿Sabías que los abdominales tradicionales pueden ser perjudiciales? Toma nota de este nombre: gimnasia abdominal hipopresiva, porque en breve se convertirá en la clase más demandada en los gimnasios para poner a tono el abdomen y reducir hasta 4 centímetros el contorno de la cintura.
Su creador, Marcel Caufriez, doctor en Kinesioterapia y Readaptación, descubrió en un estudio, que las mujeres que hacían abdominales tras el parto no sólo no conseguían recuperar el tono abdominal sino que, además, empeoraban los problemas de incontinencia y prolapso (deslizamiento del útero).
Según sostienen los precursores de esta técnica, tras las investigaciones que han realizado, los abdominales tradicionales, además de no ser eficaces en reducir el perímetro de la cintura, porque sólo trabajan el recto abdominal, disminuyen el tono de la musculatura de la zona y del suelo pélvico, provocando prolapsos, disfunciones sexuales e incontinencia urinaria que, de hecho, afecta al 31% de las mujeres que practican deporte entre los 14-35 años.
¿En qué consiste esta nueva forma de hacer abdominales? Los ejercicios se pueden realizar de pie, apoyándote sobre las rodillas, tumbada boca arriba o en cuadrupedia (a cuatro patas) y siempre en apnea respiratoria, es decir, se está sin aire durante varios segundos. Por ello, las personas hipertensas y las mujeres embarazadas deben abstenerse de hacerlos.
Además, se ejecutan realizando una postura determinada que, al lograr la apertura de la caja torácica, no sólo elimina la presión sobre el suelo pélvico sino que, literalmente, absorbe hacia arriba los órganos que contiene (vejiga, útero y recto) y fortalece de forma efectiva la faja abdominal. Además, al proyectar la tripa hacia dentro (en contra de lo que hacen los abdominales tradicionales) se reduce de forma notable el perímetro de la cintura.
Amalia Panea, experta en fitness me explica cómo realizarlos. De pie, con las piernas abiertas y alineadas con las caderas, y las rodillas semiflexionadas, cambio el centro de gravedad llevando todo mi peso hacia los dedos de los pies y me elongo. Literalmente, me estiro hacia arriba como si me tirasen de la cabeza con un hilo virtual. Lo más complicado llega a la hora de colocar los brazos, como si los pusieses en jarras, pero sin apoyarlos en las caderas. Las palmas de las manos miran hacia el suelo y con los dedos juntos haces tracción hacia abajo y hacia afuera con los codos.
Tomas aire llenado el pecho y lo expulsas. Repites dos veces más y, tras expulsar todo el aire, te quedas en apnea respiratoria. Entonces, intentas "meter tripa" al máximo y notarás cómo se abren las costillas.
Aguantas unos diez-quince segundos y vuelves a agarra aire en el pecho, para luego expulsarlo por la boca. Este punto es el que a mí más me costó porque, de forma inconsciente, cogía el aire por la boca y la tripa, literalmente, se me salía.
Amalia me explica que, al principio, se puede hacer dos veces por semana durante el primer mes y luego, a diario. Además, los hombres también pueden practicarlos porque les ayudará a prevenir problemas de próstata y a reducir el contorno de la cintura.