La cena de Nochebuena, la comida de Navidad, los múltiples compromisos con amigos de toda la vida, compañeros de trabajo en torno a una mesa... En estos días, ya has pasado las primeras pruebas y has conseguido mantener la báscula bajo control, dentro de lo posible. Y es que son días en los que se suele comer más de lo debido. Por eso, antes de las siguientes ‘etapas’ –Nochevieja, Año Nuevo y Reyes-, no está de más prestar un poco de atención a estos días intermedios, en los que intentamos reponernos de los excesos ya cometidos.
-Al día siguiente de una comida o cena copiosa, podemos compensar los excesos con un día de dieta depurativa que se realiza a base de fruta, verduras y caldos de verduras, cereales integrales (arroz, pasta o cereales), lácteos desnatados, infusiones y dos litros de agua. En este día debemos evitar la cafeína y el alcohol.
-El resto de los días podemos realizar una dieta equilibrada, disminuyendo el consumo de sal, azúcar, salsas, bollería y grasas, optando especialmente por frutas, verduras, cereales y pescados, carnes magras y lácteos desnatados.
-En estos días es fundamental no olvidar el ejercicio (andar, montar en bici, bailar, aeróbic...), pues es un pilar importante para quemar el exceso de calorías que hemos podido ingerir. ¡Hay que evitar las largas horas en el sofá!
Muy útil
* Intenta comer despacio, masticando bien los alimentos.
* Procura tomar raciones moderadas y no repetir.
* Hay que evitar llegar a la comida o cena sin haber comido nada durante el día, ya que tendremos un hambre voraz y será mucho más difícil controlar lo que comemos.
* Es importante hacer comidas ligeras, pero completas, y no olvidarnos de tomar un tentempié ligero a media mañana y a media tarde, para llegar con menos hambre a la comida o cena festiva.
* Y recuerda beber al menos 2 litros de agua al día.